Roadtrip Martinica – Francia en el trópico
Fort-de-France – Descubra el estilo de vida caribeño
Comience su viaje en Martinica en Fort-de-France. En la animada capital, tendrá la oportunidad de experimentar la vida caribeña de forma concentrada. Pasee por uno de los coloridos mercados, pruebe algunas de las frutas exóticas y tómese su tiempo para absorber el ambiente de la isla.
Merece la pena visitar la Cathédrale St. Data de 1895 y ha resistido todas las tormentas tropicales hasta ahora. Probablemente también se deba al hecho de que esta iglesia es una construcción de acero y, en consecuencia, los lugareños la llaman la “iglesia de hierro”. Después de visitar la iglesia, recomendamos un paseo por el casco antiguo. Déjese llevar por las callejuelas, siéntese en un bar y observe a los lugareños. Esta es la mejor manera de conocer el verdadero Fort-de-France.
Sacré Coeur de Balata – París en la selva
Al día siguiente está prevista otra visita a la iglesia. El Sacré Coeur de Balata se encuentra al norte de Fort-de-France, en medio de la selva. Al principio no creerá lo que ven sus ojos, porque el edificio es una pequeña copia del famoso Sacré Coeur de París. En el cercano Jardín de Balata, tendrá la oportunidad de experimentar la diversidad de la flora tropical.
En las montañas salvajes
A través de la N3 en dirección norte, llegará al siguiente destino del viaje. Cerca del pequeño asentamiento de Le Morne Rouge, le espera la naturaleza en estado puro. Tome un guía de montaña y recorra el volcán Montagne Pelée. Sin embargo, no se debe realizar la excursión sin un guía, ya que durante las tormentas tropicales pueden producirse fácilmente accidentes en los estrechos senderos.
También merece la pena ver las Gargantas de la Falaise. Un pequeño río cae en cascada por un desfiladero. Compruebe de antemano si la atracción está abierta. Cuando llueve mucho, la entrada suele estar cerrada.
A la playa
La vida en la playa está a la orden del día en la última parada del viaje por carretera. Pierre está situado directamente en la costa, al pie de un volcán. Este volcán destruyó la ciudad en 1902. 30.000 personas perdieron la vida. Hoy en día, San Pedro ha sido reconstruido y seduce por su tranquilidad y encanto.
Tal vez, pasear un poco por las calles antes de ir a la playa, que no tiene por qué ser blanca como la nieve, puede ser negra. Túmbese en la arena, disfrute de la brisa marina y planifique las próximas paradas de su viaje por carretera a Martinica.